jueves, 11 de febrero de 2016

Texto extraido de la novela: "Melocotones para mi sobrino"



   ... Entonces la miraba, intentando que no descubriera mis voluptuosas intenciones. Luego al cruzar junto a ella era como si no supiera dar un paso, como si caminara a la deriva, como si flotara al saber que estaba dentro de su campo de visión, o como si estuviera en el interior de una burbuja sin llegar a sentir la gravedad. Mi corazón quería salir del pecho. Temía que Fran pudiera escuchar sus latidos, entonces le daba al cigarro una profunda calada, me ponía a soñar y levantaba la cabeza mirando por encima del horizonte, trataba de disimular, caminando, despacio, sin querer alejarme. Mis pasos eran cortos y en ocasiones aprovechaba para no avanzar, y no alejarme así del instante más embriagador y hechicero que recuerdo de aquel intenso verano...

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